La ofidiofobia es el nombre científico que los médicos tienen para definir a las personas que le temen a las culebras o serpientes. En ocasiones el temor puede ser tan fuerte que el ver una simple imagen, puede despertar sensaciones negativas en el subconsciente de los pacientes.
Los factores que pueden desencadenar repulsión hacia esta clase de reptiles se originan de fuentes muy diversas. Por ejemplo, hay quienes les tienen pavor debido a que experimentaron un encuentro poco amistoso con ellas. Otros porque la religión ve a estos seres como “algo diabólico” etcétera.
El punto es que la gente piensa que solo en el desierto o en lugares apartados de la civilización, no es difícil toparse con ellas. Sin embargo, hace un par de días vimos una fotografía que nos quitó el aliento. En el retrato se aprecia lo que parece ser un apacible rio. Su agua cristalina deja ver claramente cómo se dibuja la figura de una atemorizante víbora de tamaño considerable.
Investigando en varios foros llegamos a la conclusión de que posiblemente se trate de lo que se conoce en España como “Culebra de Agua Dulce” Un organismo fértil llano que puede llegar a medir hasta 80 cm de largo. El color de su piel se mimetiza con el fondo, es decir los tonos cafés y verdes se pierden en las profundidades.
Los períodos del año en los que se tienen mayores avistamientos de esta clase de criaturas son durante la primavera y el verano, ya que las temperaturas en ríos y lagos son bastante agradables. Según estudios de campo se dice que estos reptiles no han llegado a producirle lesiones graves a ningún ser humano, (salvo una que otra mordida cuando se sienten amenazadas). No obstante, te sugerimos tomar tus precauciones porque de vez en cuando los colmillos de éstas podrían estar llenos de veneno.
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